Los que están familiarizados con el juego del Ajedrez, saben que para ganar hay que pensar muchas jugadas secuenciales sabiendo lo que ocurrirá en muchas de las posteriores. Lo que implica estimar la jugada del oponente.

Es decir: se generan acciones para conseguir un triunfo con mucha antelación.

Los mejores jugadores cuentan con dos estrategias: disfrazar sus jugadas y tener un plan a largo plazo en la que esas acciones dan el resultado beneficioso.

Hay que admitirlo Cristina Kirchener es una buena jugadora de Ajedrez.

Aunque hay poderosos intereses opuestos, sus oponentes, ella planea sus jugadas con suficiente antelación.

Los intereses opuestos son los que se han formado en la mejor escuela del neoliberalismo cuya fuente es poderosa: el FMI.

Hoy es un día histórico, con una noticia que seguramente no leeremos en los multimedios que ya sabemos, Clarín o La Nación, y en todo caso será una pequeña noticia, que intentará ser intrascendente.

La noticia es que por primera vez en años, nuestro país está cumpliendo con su calendario de pagos, sin utilizar las fórmulas del FMI, que fuera de las intenciones de ese organismo, que es supuestamente ayudar a los países, le colocó una moción negativa a nuestro país, enojados porque la Presidenta no usa sus políticas de hambre y deterioro social para financiarse.

Ya veremos la virulenta reacción de los vende patrias reaccionar, encontrarán el modo de torcer la situación e intentar poner en “caja” la relación de dependencia con ese nefasto modelo del neoliberalismo.

Para los que no recuerdan las medidas a que nos obligaron gobernantes inescrupulosos, les vendría bien este resumen.

El Banco Mundial, entidad de préstamos, ofrece ayuda económica a los países emergentes, solo si se acogen a las reglas que el FMI impone.

Estas medidas, por ser breve serían: reducción del gasto público, algunos recordarán los recortes en personal aplicado por Domingo Cavallo, y la implementación de controles del gasto público, que no significó más que deshacerse de personal del estado e imponer sus propios consultores y empleados, empresarios incluso; ahora pagados con fondos del BM. El verdadero recorte presupuestario lo hizo en los fondos sociales.

La otra medida, y la peor, devaluar la moneda local. Con esta medida, colocó el precio de la industria local en un valor que resultó fácil a capitales extranjeros comprar empresas e industria nacional por espejitos de colores, y hacerse de empresas millonarias, por chaucha y palitos. Todos sufrimos el despojo de las empresas de las que depende nuestra situación energética y aún sufrimos las consecuencias, gas, electricidad, telefonía,  Banco Hipotecario. Las famosas privatizaciones, cuya venta ni siquiera fue para pagar deudas del país, sino simplemente llenaron bolsillos a los que nadie quiere ponerles nombre, son los poderes que actualmente se oponen a que las cosas cambien o tan siquiera a que la justicia se ponga revisionista.

En otras palabras, con estas pocas medidas, logran tomar posición y poder sobre las decisiones económicas de un país provocando una ocupación financiera.

Con ello manipulan las políticas monetarias del país, administrando los intereses, manipulando el valor del dinero, desfavoreciendo la industria local frente a la extranjera.

Toman poder de las políticas fiscales del país tomado, aumentan impuestos y generan dependencia del consumo, bajo la zanahoria de la eficacia de producción y el éxito de la renta personal basado en importar en vez de generar.

Bajo el discurso de la liberación del mercado, regulan el comercio para inversiones que endeudan el país en moneda extranjera, a un costo que será manipulado por procesos financiero del país extranjero, que a su vez administrará este costo bajo premisas de economía extranjera, y no en base al costo de la moneda local.

Bajo el disfraz de la desregulación, reducción de restricciones para la importación y exportación, provocan un desbalance en el costo financiero del país, valuando las riquezas locales a precios irrisorios, contra un alto costo de insumos esenciales, como la energía, la medicina.

La jugada necesaria para poder manipular todo ello, es alentar la privatización bajo el discurso de la ineptitud del estado para administrar sus propios recursos, pasando a manos privadas recursos básico, que luego podrán cobrar a un costo ajeno a su valor, al privatizar las riquezas de un país, se sencillamente venderlo por espejitos, para que luego los ciudadanos tengan que comprarlo en oro.

Mientras todo ello ocurría, a los que conocían el futuro de estas medidas, la pobreza y el desvalijamiento, la falta de poder para obligar a empresas extranjeras a cumplir con los servicios que se comprometieron a ofrecer, y sobre todo, los vendepatrias que se beneficiaron y siguen beneficiados con el modelo, son los mismos que ahora intentan socavar las acciones de la Presidenta.

Esta mujer, que sin duda ya es parte de una historia tanto o más grande que Eva, tiene suficiente fortaleza y conocimiento como para rescatar al país del modelo que nos tiene sumergidos en un sistema que no hace más que hacernos esclavos.

Hay un mensaje que aprovechan estos personeros de los poderes que nos mantienen sometidos, que es insertado en el discurso social, con el objeto de manipular al pueblo.

Los mensajes se basan en denostar sistemáticamente toda acción de la Presidenta, sin medir el proceso, ni el resultado a plazo mediano.

Para ello, usan los mismos medios que critican de la Presidenta: medios sociales, programas de televisión, redes sociales.

Lo mismo que en la Presidenta se encargan de descalificar, son exactamente los mismos métodos que usan para hacerlo.

Hoy es un día glorioso, en el Twitter de la Presidenta, se mencionó que el FMI sancionará a la Argentina, por sus índices internos, y todos sabemos que es porque esta Presidenta se atrevió a cubrir las deudas con ese organismo sin llevar adelante el plan de saqueo con que lustró el sillón presidencial en otras épocas.

Con ello, eliminó la dependencia de las políticas de estado de las entidades bancarias, esas que sacaron camiones de dólares del país, vaciando las arcas del estado, y ante lo que no respondió nadie.

Ese organismo intenta acorralar a la Argentina, afectando sus condiciones de país apto para inversiones, sencillamente porque no se recurre a ellos para préstamos.

Un mensaje claro de la Presidenta: No caeremos en esa trampa de nuevo.

No mientras ella esté a cargo.

Aunque tengo miedo por el futuro, hoy siento orgullo argentino.